La suerte del que tiene

En estas fechas tan marcadas por los reencuentros, los regalos, las grandes comidas... el sentimiento navideño.... yo me pregunto ¿Qué pasa con todo eso el resto del año? ¿Por qué nos cuesta tanto acordarnos de nuestros seres queridos los otros 11 meses y medio? Incluso yo mismo lo hago a veces pese a que soy partidario de mostrar mi cariño a los míos en cualquier ocasión. 
Tenemos demasiado creo yo, nos cuesta valorar lo difícil que es tener un buen amigo por ejemplo. Normalmente tenemos más de uno y a medida que crece el número nos vamos olvidando... Es normal, el tiempo es limitado y no siempre te puedes ver, pero ¿A cuántas personas le has felicitado el año haciendo meses que no hablabais? Ahora es el momento en que llamamos mucho a nuestras  abuelas y abuelos,tías y tíos, sobre todo a la gente mayor a quien no podemos mandar un whatsapp o un directo por Twitter o Instagram. ¿Qué pasa con ellos? ¿Acaso no merecen un poco más de atención el resto del año? A veces no los valoramos hasta que no los perdemos.

Otro ejemplo de actitudes propiamente navideñas es la llamada cuesta de enero. Evidentemente comemos mucho, más a veces que normalmente, pero ¿Valoramos todo lo que tenemos en la mesa en ocasiones como Nochebuena, Navidad, San Esteban, Nochevieja...? ¿O simplemente comemos porque es ese día especial? Seguramente el que lo paga/prepara sí es más consciente del trabajo que implica y a veces ni tan siquiera nos molestamos en agradecer ese esfuerzo. Lo vemos como algo típico. Muchas veces tiramos algo en buen estado solo porque es del día anterior o viejo, aunque esté bueno, y abrimos otra cosa, sin importar malgastar.

Los regalos es uno de los puntos que más me da que pensar. He sido y soy el primero que le encantan los regalos en estas fechas, provengan de donde provengan, pero no ha sido hasta ahora que he visto lo que cuesta ganar dinero que no me he concienciado del esfuerzo que hacen nuestros padres sobre todo para que sea un día de gran júbilo. ¿Y sabéis una cosa? No todos los niños tienen esa suerte. No todos los padres se pueden quitar ese dinero si pretenden dar de comer y pagar las facturas. De pequeño no entendía por qué los Reyes Magos y Papa Noel no me traían todo lo que pedía... inocente de mí no miraba los precios...Tengo dos hermanos y eso multiplica el gasto, ahora sé los grandes sacrificios que han hecho mis padres y lo desagradecido que era a veces. Con esto no pretendo decir que no valorara los regalos, casi siempre lo hacía, significa que los nuevos regalos matan los viejos. Si un regalo te gustaba el día 5 de enero, ¿Por qué el día 6 ya no tiene valor? Lo guardamos en un armario a que se llene de polvo mientras disfrutamos del nuevo. Es lógico, ley de vida. ¿Pero te atreverías a decirle eso a un niño que ha recibido un único regalo porque sus padres no tienen la suerte de poder permitirse más? ¿Serías capaz de mirarle a los ojos y decirle que tienes decenas de juguetes tirados en un armario o cajón, sin estar usados casi, mientras él/ella no tiene más que un viejo juguete roto? No hace falta irse a un país pobre para ver lo que estoy diciendo, la realidad de muchos países es así, mientras a unos le sobran a otros le falta. ¿Y sabéis qué? Somos los primeros que nos quejamos de que los ricos tienen dinero de sobra y nosotros tenemos que trabajar, pero tiramos juguetes, ropa y demás en buen estado...

 No vengo a juzgar a nadie, soy el primero que ha cometido cientos de veces todos y cada uno de esos errores y quizás sin darme cuenta siga haciéndolos con el tiempo, pero tengo la voluntad de cambiar. Me enorgullece saber que hay niñ@s con menos suerte que yo que han podido disfrutar de muchas horas de diversión con juguetes míos, que han tenido ropa nueva cuando en mi casa ya no ha sido útil. Que de vez en cuando se me enciende la luz y dono algún bote de conservas, legumbres o lo que sea. Mi mensaje viene a pedir que seamos más navideños el resto del año, que tenemos la gran suerte de poder disfrutar de estas fiestas, pero hay gente que no y en nuestra mano está el cambiar un poco esa mala suerte. Mañana día 6 habrán llegado los Reyes para muchísimos niños, pero para unos pocos no. En unos días empiezan las rebajas y nos volveremos locos comprando, sin pensar en lo lleno que está nuestro armario y lo útil que podría resultar a otra persona lo que no usamos. No lo dudes, cualquier día del año dona aquello que realmente no te hace falta y haz un poco mejor el día de otra persona, ya sea un juguete viejo, una chaqueta que ya no te vale o un paquete de arroz que te sobró. Quizás para nosotros sea una miseria, pero puedes ayudar a alguien que no tiene tanta suerte.
 En unas semanas ya no será navidad y mucha gente mayor ya no tendrá la atención que recibe estos días, cuando son la gente que más lo merece. Los abuelos y abuelas son el mayor regalo que nos ha podido dar la vida y los tenemos todos y cada uno de los días del año, hagámosles más caso, valoremos la suerte del que tiene.

Felices fiestas y feliz año a tod@s!

Comentarios

  1. Precioso texto! A mas de una persona le iría bien tener en mente este tipo de cosas porque son realmente importantes y reales.
    Menos mal que hay personas como tu que se dan cuenta y protestan por ello.

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    1. Son cosas que salen del corazón, quizás sea ese el problema, que a mucha gente le falta verdadero corazón. Aunque fuera el único, no me rendiré, siempre se puede intentar mejorar el mundo de uno, pese a no cambiar el de todos.

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    1. bonita y emotiva reflexion precisamente hablo de algo asi en mi blog. muchas gracias por compartir, felices reyes y feliz año!
      besitos.

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    2. Hola!!
      Muchas gracias ^^
      Pues me pasaré a ver!
      Un fuerte abrazo :)

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